domingo, 13 de febrero de 2011

Lleno de vacío.




“El arte Muere de libertad” André Guide.





Finales del 2010, Barranquilla-Colombia, un caos de bolsas plásticas, tornillos, tuercas, pinzas, brochas y otra cantidad de elementos indescriptibles e indescifrables hacen un túmulo en el espacio de una de las salas de la biblioteca departamental Meira del mar, dispuestas para el montaje de la curaduría de arte de la región Caribe, algunos ayudantes aun están indecisos sobre  recoger la basura porque no saben que es basura y que es arte.



Esa misma noche algo tarde llegaron cinco piezas listas para el montaje de una obra, frente a las piezas se reunieron los dos curadores de la zona Caribe, dos señores del interior del país que luego de mirar el trabajo decidieron montar solo una de las cinco, la explicación sobre su juicio de elección fue el gusto, - a mí me gusta solo esa - dijo uno, - a mi también, solo montemos esa - repuso el otro. ¿Qué diría Kant?

La justificación dada atormentó mi inteligencia por un momento extenso, debí estar sumergido en una máquina del tiempo que me trasladó al siglo pasado, donde el gusto definía la majestuosidad de una obra o la mediocridad de esta; pero no, estaba ahí en el presente, la muestra de ello era el propio hecho de que en este salón de arte los únicos premiados eran los curadores, era irremediablemente el presente del 2010.








Es también bastante probatorio del presente en el que me encuentro el hecho de que aunque ya hace muchas  décadas de la máxima de la postmodernidad en el arte “todo vale” aun esa es la “regla” que rige nuestro mundo “artístico”  como Alfonso  de Vicente en su libro “el arte en la postmodernidad, todo vale” 


 << Estamos ante la gran contradicción de la postmodernidad. << ¿Acaso el postmodernismo ofrece alguna posibilidad mayor aun de libertad, o es el resultado de lo que Hegel denomino el falso infinito, que pretende abárcalo todo y no es en realidad más que una complejidad aparenteque oculta una ausencia de sentido? >>



En el  arte postmoderno las puertas están abiertas al infinito de la genialidad o a lo recóndito de la estupidez por igual,  y las instituciones en su ambición por no dejar escapar las revoluciones del espectáculo contemporáneo a infectado al arte con suculentas excusas y pre-textos para justificar ese vacío que hay en la trivialidad de las obras contemporáneas (claro está, siempre hay aliviadoras excepciones, artistas como Oscar Muñoz o Beatriz González entre otros).

Pero no podemos negar la coherencia que hay dentro de todo esto: El artista es entonces un incapaz de pensar, un excéntrico que se dedica a hacer cosas extrañas donde solo el agudo ojo del curador encuentra sentido y el espectador invidente es guiado hacia la luz; es quizás por ello que son los curadores  quienes se llevan todos los reconocimientos. Pero por muy cierta o aceptada que sea esa tesis es absurdo lo ocurrido en Barranquilla.




Esos dos curadores quienes en supuesto realizaron toda una investigación argumentativa y reflexiva sobre las prácticas artísticas del Caribe que al ser expuesta en la facultad de Bellas Artes de la Universidad del Atlántico por dos colaboradoras suyas causo mas enredos que claridad, esos dos señores y su grupo curatorial quienes  habían hecho una selección rigurosa de las propuesta guiados a la luz de su investigación terminaron colgando solo una parte de una obra seleccionada bajo el subjetivo criterio del gusto.



Ese hecho solo nos confirma lo aquí expuesto, el arte contemporáneo muchas veces trata de llenar su ausencia de sentido con  una aparente complejidad creada especialmente por curadores, pero en realidad solo está lleno de vacío.


Bueno de hecho muchos “artistas” están llenos de vacío, solo se preocupan por lucir sus ropas alocadas sus excentricidades públicas, su irreverencia premeditada y a chismosear sobre la farándula del arte. Es gracioso ese virus enfermizo que cae sobre los primíparos en las escuelas de artes al creerse diferentes y extra-especiales, pero ya se torna ridículo cuando al pasar los años lo único que los hace artista es ese virus.

Un saludo a toda la farándula artística, aprendieron bien de warhol, son un espectáculo, están al nivel de él. Lástima que sus “obras” no estén también al nivel de las suyas.