lunes, 9 de abril de 2012

Hijos del olvido.


Por las oscuras calles habitan bajo el dolor de la sombra         
 ungidos de alcohol y cenizas con rastros de sal sobre el cuello    
 son los hombres sin nombre códigos erróneos del paisaje         
  con bocas de mutilado dialecto y ocres tonos de piel cicatrizada 
 temblorosos habitando la selva de cemento rehúyen de la luz      
  se arrinconan bajo el parpado vencido por la noche y sus vientos  
   son testigos de la luna que devora las calles polvorientas           
     y un vástago de conciencia nocturna les recuerda su origen.  
   Ellos provinieron de la tierra, del lejano bosque y la sabana     
      hasta que las balas surcaron el cielo y el éxodo los hizo errantes 
  son una accidente geográfico de carne y miserias              
 son la personificación del olvido y la desidia           
  yo como ellos, conozco el olvido                 
         la suciedad   
         la pena   
    vendrán quienes con desdén   
        señalen las letras          
           la conciencia les será un verso ridículo 
              avivaran el fuego contra el poema profano e indigno       
         dirán de mí que soy una falacia                 
        mientras muerdo el cemento               
         para no escribir sobre el amor o los dioses        
           para seguir amando entre la nicotina y el bóxer                   
            a los desterrados hijos del olvido.




Por: Carlos Gómez

domingo, 18 de marzo de 2012

Maribel, Martica o Mariana

Obra De Hernan Vigna.

Ella bajaba todas las noche por la carrera ocho, era una belleza, rubia, de carita redonda y ojos pequeñitos, su cuerpo era sensual, sí que era sensual, Maribel, Martica o  Mariana algo así se llamaba, un par de veces la seguí pero al llegar a la Murillo cruzaba y tomaba un bus que me dejaba mirarla largarse sin poder yo ponerle freno. Alguna vez para evitar que me viera me escondí en las sombras de la esquina de la Murillo con la ocho, un par de tombos se detuvieron a requisarme y me preguntaron que qué hacía ahí, tuve que decirles que perseguía a mi “novia” se rieron de mí y se largaron, volví a mi casa con la sensación de haberla perdido nuevamente.

La amaba, aunque nunca le dije nada, aunque solo la veía pasar solitaria por la calle meneándose al son de la Ponceña, ¡canta al amor! ¡canta al amor! yo cantaba al amor con la fuerza de mis vísceras, viendo subir a Martica, Maribel o Mariana, todas las noche, con su cabello rubio a medio recoger, sus pequeños ojitos, su carita redondita, ¡la amaba! la amaba y me imagina que algún día voltearía a verme y me diría –vamos pelao ¿qué haces ahí?- pero Peyo siempre se reía de mi cuando le contaba esto, él me decía que yo era un pendejo iluso, que esa vieja jamás  me miraría, que quién me creía yo, que las hembras jamás se rebajan ante un hombre, eso me decía Peyo que sabía bien de mujeres, él había tenido como tres novias, él sabía mucho de mujeres, fue quien me dijo que la  nena se llamaba así, Maribel, Martica o  Mariana, que tenía cara de llamarse así, Maribel, Martica o  Mariana, yo le creía, él ya había tenido tres novias, me dijo que me le lanzara, que me le fuera encima y le dijera que me gustaba, pero yo no quería, la nena podía pensar que era un acosador, seguro no confiaría en el desconocido de la esquina de la ocho, si esa nena se veía bien zanahoria e inocente.

Hubo un tiempo en que no la volví a ver, me tocaba recogerme temprano de las calles porque habían amenazas sobre darle balín a los pelaos del barrio que no se acostaran temprano, a Edgardito disque lo pillaron, eso decía todo el mundo en el barrio porque él estaba perdido, pero es que el hijueputa era mucha pecueca, las vainas se volvieron a calmar y nuevamente nos parchábamos en la esquina, y yo mirando la calle cómo si de ella esperara respuesta no la volví a ver pasar por ahí, ¿la habría devorado la mano negra con el implacable golpe de un tiro en la cabeza? Se me erizaban los pelos de solo pensar en la posibilidad, varías veces recorrí las calles buscando sus pequeñitos ojos en el cano pavimento nocturno, bajo la mancha sombría de los arboles, devoré el cemento durante mucho tiempo mientras me  resignaba tristemente, vale que no vuelve me dijo Peyo, mañana Sábado es la fiesta de Alfonso, allá consigue una buena hembra, no le dé mente a la mona, pero fíjese el que si apareció fue el Edgardito, el pendejo disque se fue a vivir a la casa de su tío favorito al norte, pero la mamá disque no quiso decir nada pa’ que no lo fuéramos a buscar, sabes que él andaba en la lista de la mano negra, a ese seguro si nos lo pillamos allá.

Decidí hacerle caso a Peyo y pillamos pa’ la fiesta, hombre si Alfonso era un pelao bien relacionado, vivía pal norte, por allá hay nenas buenas, unas monitas muy bacanas, muy finas, debía mentirles pa’ poder levantar una esa noche, así que pillé la pinta mas buena que estrené en Diciembre  e iba a meter la carreta de que  ya estaba en la Universidad, yo sabía que tocaba mentir, yo había tratado siempre de ser honesto y las viejas siempre me abrían, es que nadie quiere a un honesto sin gloria.

 Llegamos a la fiesta y sí que estaba llena de hembras buenas, mamacitas, muy bacanas las pelas, ya estaba yo echándole ojo a una y por allá estaba Edgardito, ve que lo pillé con una mona, ¡maldita sea! No era una mona cualquiera, era la mona, sí, Maribel, Martica o  Mariana, era ella colgada del cuello de Edgardito, !el muy perro ese! y se besaban, ¡qué mierda! Le mordía el labio, así que le gustaban los hijueputas, así que le gustaban los marihuaneros,  eso le gustaba a la muy pendeja, los traquetos viciosos, los pecuecas, pues tenga que  le voy a enseñar, ahora sí que le haré caso a Peyo me le voy encima... y así lo hice y le agarré  el culo delante de todos en la fiesta, delante de Edgarito quien me partió la cara y me daba patadas, ahí mas na’ recuerdo, amanecí en mi casa y me levante adolorido pero con el placer de haberle metido mano a la hembra, ¡maldita sea! Me dolía la nariz, me miré al espejo y así fue todo, ya yo no tenía el tabique. 


Por: Carlos Gómez S.

martes, 13 de marzo de 2012

La conmovedora canción del río

Obra de Hernan Vignan.



Pásame chiquita la canción conmovedora del río Magdalena.

¿Qué cuál? ¿La luna y el río con sus amoríos? Esa no, no Eneida, la de la muerte en el río, no te hagas la pendeja que tu sabes cómo son las cosas, ya hace años que por ese rio solo navegan los cadáveres que bajan desde Quimbo, el viejo Aurencio me contó que desde el desvio de las aguas, a ese tramo del rio le llaman la caldera del diablo; ve que yo no le creía y de repente el otro día de aventurero yo por aquellos lares estaba a las orillas del río y muy cerca de mi pillé claramente como el bulto de un hombre navegaba por las aguas, seguro tenia ácida la carne porque se veía mordisqueado por las babillas pero no le habían arrancado ni una oreja.

¿Qué qué hice? Pues correr, que sabe uno quienes hacen eso, bueno todo el mundo lo sabe, y eso es peor porque le pueden a uno también llenar la boca de mosca o enviar un robocó para que te levante a gas, por eso corrí.

Tienes razón Eneida  ya desde entonces nada compongo ni nada canto, no es lo mismo Eneida, una cosa es pescar a la media noche sobre las canoas y otra es tener que sembrar coca que es lo único que crece por esta tierra, bueno y eso, cuando a esos hijueputas no se les da por abrir la represa e inundar la parcela, el río se crece y terminan inundándonos la casa.

¡Qué si mujer! Un día de estos pavimento el piso pa´ evitar el barrial, pero pásame la canción que tengo ganas de cantarla, recuerdo el día que la escribí, escribir fue lo mejor que me dejo la primaría, y esa noche navegando por el río quería era pescar  una buena mojarra, más na´ pensaba, cuando eso todavía se podía pescar,  Aurencio ya me había dicho que no nos dejarían más echar la atarraya al río, porque eso era de los dueños de la represa, pero no nos íbamos a dejar morir de hambre, imagínate Eneida, íbamos a tener luz eléctrica bien fuerte pa´ ver los platos vacios, ¡que belleza! Pues había que comer mija, por eso Aurencio  le pasaba una mano de pescao al celador pa que dejara el visaje, pa´ que se quedará calladito y feliz, porque sí que es una maldad tanto pescao muriéndose solo y los pelaos pasando hambre, por eso nos metíamos en el río mija, por eso.

Sí, esa es tráela Pa´ca´. vistes como lloraba en el velorio la gente cuando la canté, es que yo casi ni la puedo cantar, no sabía cómo llamar la canción, así que le puse la “conmovedora canción del río” mira que el otro día pille a el hijo de Hortensia Cruz cantándola, ¡ahs! Es que eso si me dio así cómo emoción, un pelaito de nueve años, y la cantaba bien el culicagao, por lo menos el pelao  se la cantara a sus nietos y la canción se hará importante pal pueblo. Al final pa eso la compuse.

Bueno, esa noche que compuse la canción yo salí pal río con Cheito, el pelaito ese que después apareció muerto disque porque era guerrillero, vea usted, el era alocao pero que iba a saber  uno que andaba en esas, total pillamos la canoa y nos metimos al río con la atarraya lista pa´ pescar, a mi si se me hacía raro mija que Aurencio no llegará a las diez como siempre, yo pensé que estaba cuadrando con el vigilante la vaina de los pescaos así que le dije a Cheito  que echaramos mano, que cuantimas después nos repartíamos pescaos con Aurencio.

 ¡Había un silencio mija! Eso daba susto, pensé que nos iría mal con la pesca y nada que pillábamos nada, pero quien anda con Dios de sus males le guarda, le dije a Cheito que nos fueramos más pa la mitad del río y nos quedamos quietos ahí, claro, ahora escuchábamos movimientos bajo el agua, como sería el pescaderío imaginamos, que se escuchaba afuera como se movían, y tiramos la atarraya mija, ahora sí que pillaríamos buen pesacao mijita, ya esperaba yo la mojarra cuando siento que lo que parecíamos agarrar era un tiburón, ¡Era grande mija! ¡Era grande! Cheito me ayudaba a jalar la atarraya ¡ahí lo vimos hijueputa!… ahí lo vimos, un pescador era pescado por nosotros, ahí estaba Aurencio  botando sangré por la boca como si un anzuelo le hubiese atravesado la garganta, “un pescador bajo la red es una piraña” así dice la canción mija, y “había otros, había miles, como mojarras con anzuelos en las agallas” ya no quiero cantarla mija, ya no más, vamos a dormir mientras morimos.  



Por: Carlos Gómez S.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Amor y amistad "seleccionar y cazar"


"No se sorprenda si el próximo año usted no hace parte de la

 fiesta del amor y la amistad..."



Roberto Mancosi
Amor y amistad, cuantos almacenes abastecidos en las fiestas del consumismo romanticón, cuantos amigos queriendo cruzar la raya de la amistad y la raya que divide la espalda en dos mitades, cuantas mujeres paseando sus ojos por tarjetitas tornasoles y peluches coloridos, cuanto azul y cuanto rosa, cuantos deprimidos por no tener un puto centavo con que comprar el dulce regalo para el amigo dulce y cuantos otros reprimidos por la diabetes frente a la tentativa chocolatina, cuanto azul y cuanto rosa, cuanta gente que a causa de la falta de espacio asomando  sus brazos por las ventanas y las puertas de los buses.


“el Macho siempre ha sido un cazador, fue cazador de animales cuando era un nómada que transitaba las espesas selvas de un planeta adolecente que aun no fumaba, fue cazador en tiempos del sedentarismo donde dejaba por un tiempo la tribu y se lanzaba al abundante verde de los arboles a cazar animales, (algunos aun hoy se creen cazadores de mujeres).




Imagen web

En cada faena de caza al descansar el macho humano se recostaba sobre la hierba, no a fumársela si no a mirar el cielo y de ahí se cree encontró el gusto por el color azul y la hierba.


Imagen web
Las hembras humanas a diferencias de los machos siempre han sido recolectoras y seleccionadoras, fueron recolectoras cuando eran nómadas seleccionaban y recogían frutos silvestres, fueron recolectoras y seleccionadoras en el sedentarismo cuando recogían rojos frutos en las cosechas, se cree que por eso es el gusto por el rosa y sus tonalidades, aun siguen siendo recolectoras (algunas recogen machos seleccionando  entre los menos podridos)  pero inevitablemente frente a la vitrina de un centro comercial despliegan todo ese cumulo histórico y toda esa herencia de memes que las obliga a seleccionar entre miles de zapatos, centenares de vestidos  y millonésimas de opciones para regalar en amor y amistad.





Ese fenómeno considerado amor y que en realidad afecta más al hígado que al corazón hace que pese a nuestras severas diferencias hombres y mujeres se unan y comerciantes se enriquezcan, que los taxistas se den el lujo de despreciar carreras en la segunda semana de septiembre y que los hombres como expertos cazadores compren a la fija mientras las mujeres naveguen en un mar de dudas hasta seleccionar lo deseado, pero cualquier caso ambos especímenes humanos compren y consuman con métodos distintos.


¡Ah! El amor,  tanto siglos renegando de sus consecuencias y tantos siglos amándonos entre humanos, claro que el hombre seguirá cazando por que el hambre así como va viene y la mujer seleccionando por que siempre habrán nuevas cosechas para recoger así que no se sorprenda si el próximo año usted no hace parte de la fiesta del amor y la amistad, al final se ahorrara unos centavos.





Por: Carlos Gómez S.

domingo, 28 de agosto de 2011

La esquina del movimiento


A Euclides,


Mi abuelo me cuenta con gran emoción sus años de juventud, los días en los que la familia creció y hasta cuando la abuela murió. En el trabajo sintonizaba emisora Atlántico y en los días de quincenas entraba a billares y burdeles del centro. Cada semana escucho sus anécdotas, casi siempre me adelanto a los hechos, creo que ya me las sé, pero tampoco lo interrumpo.



Sonora Matancera (Imagen web)


Mientras habla, coloco música, boleros. La Sonora Matancera es mi favorita, por allí pasaron Daniel Santos, Celia Cruz, Bienvenido Granda, Alberto Beltran, Carlos Argentino y entre otros el barranquillero, rebolero, Nelson el pollo Pinedo. Me pide discos de Roberto Ledesma, Leo Marini, Orlando Contreras, Los panchos, Felipe Pirelo, Miltino, Roberto la Serie y Pedro Vargas. Ponerle los discos que solicita es una ventaja pues se puede mandar otra “canillona” de ron blanco…






Cantinflas (Imagen web)



Esos años me los imagino, los cinemas llenos viendo películas de Cantinflas, Pedro Infante, Capulina o Tin tin. La gente pobre y rica, pero como en la casa somos pobres me imagino a la gente pobre, más pobre aún. Las cabezas de cerdo se asaban –los que más cómodos estaban- y se prestaban en todas las casas, tenían derecho a sumergirla en la sopa tres minutos para que cogiera sabor, la sacaban y la pasaban para la otra casa. La cabeza duraba una semana entera entre idas y venidas, eso si alguien no la robaba. Imagino a mi abuelo comprado una caja de cigarrillos, uno para cada día porque no había para más. Y la gente caminando largos trayectos en busca del liquido preciado, algunos incluso quedaron enanos por ello. Nadie era vegetariano, la iglesia quedaba muy lejos así que no asistían a excepción de la semana santa porque las supersticiones superaban las ganas de quedarse a mirar lejos porque no había nada que hacer, ni siquiera estudiar. Solo los mayores que iban a la ciudad o al centro a buscar la papita. ¡Qué tiempos aquellos!
Eran otros tiempos me dice mi abuelo, “la gente en las fiestas bailaba boleros y porros, si vas a escribir algo acerca de esa música fíjate que la lean los viejos, y no te preocupes porque yo la lea, no tengo gafas”, “En Barranquilla, en el centro, todas las esquinas eran las del movimiento jajaja”.

Mi abuelo desconoce que he hallado una de aquellas esquinas del movimiento, en frente hay un palito de trupillo allí me siento después de leer en la biblioteca, me compro una cerveza o un tinto. En la esquina, hay muchos pensionados jugando domino o leyendo la prensa, no le creen a nadie. Escuchan boleros, salsa, vallenatos. Todos aquellos a los que con fama y éxito murieron antes que ellos, eso me recuerda que le voy ganando la batalla a doña muerte y que puedo ir con el dueño de este blog a tomar una canillona de ron blanco y como ya el tiempo ha pasado, SIN AZÚCAR.








Por Héctor de la Cruz.

lunes, 22 de agosto de 2011

FALOFOBIA


Tomada del Club de Mujeres Antihombres



Desde los noventas o más, la sociedad ha dejado de ser una sociedad patriarcal para transformarse en sociedades matriarcales, las familias están compuestas por mujeres cabezas de hogar y madres solteras, hemos sido criados por mujeres, educados por mujeres, gobernados por mujeres y seguro hemos sido alguna vez cortejado por una mujer que toma la iniciativa; es cierto sin embargo que hay un terreno que aún tienen por ganar las mujeres, pero también es cierto que hoy cuentan con todas las herramientas para poder abonar ese terreno.



 Lo que me parece preocupante es que en la reivindicación social de la mujer se tienda a sobredimensionar las  leyes que las favorecen dando como resultado la desigualdad de género, por un lado por ejemplo la custodia sobre los hijos favorece considerablemente a la mujer por el otro la normas pensiónales en Colombia también.


Tomado de Dinero. com




La edad de pensiones  se establece según la expectativa de longevidad de la población de un país, Según  Fedesarollo la expectativa de vida al nacer de una mujer es de 85 años y la de un hombre es 79,8 años. Sin embargo las mujeres se jubilan en nuestro país a los 55 años mientras los hombres a los 60, algunas feministas alegarán que esa realidad pensiones es síntoma de machismo, la pregunta es: ¿por qué no ha existido una movilización por la equidad en el sistema de pensiones por parte de los grupos feministas?

La antigua cultura Zenú era un matriarcado, las mujeres tenían el dominio político de cada provincia, sin embargo, según algunos estudiosos pese a que existía discriminación por linaje o jerarquía no existía una concepción sexista,es un gran ejemplo para los anacrónicos machistas que aun están arraigados a nuestras sociedades.

Pero algo me preocupa es que existe una cultura de la falofobia, como la llama el caricaturista el Kasposo refiriéndose no al temor al sexo, si no a la obsesión casi patológica de algunas mujeres por ver en todo síntoma de machismo; hasta obedecer a los instintos bilógicos como la excitación que siente un hombre por una mujer parece ser un acto machista según algunas feministas, esto es terrible y la historia nos otorga ejemplos, el sólo hecho de pensar que el cristianismo pasó de ser una religión de perseguidos a ser una religión de perseguidores.


Una de las cosas que me han alejado de cualquier ideología es el fundamentalismo, el marxismo y su religiosidad, la religión y sus dogmas y ese feminismo que parece transformarse en una obsesión fundamentalista, hasta el punto que algunos hombres con un pensamiento de avanzada sentimos el temor de lanzar una critica hacia las posturas equivocas de algunas, aclaro, algunas corrientes feministas.

Las mujeres me excitan, no por ello soy machista, no por ello las miro como un objeto meramente sexual, no por ello dudo de sus capacidades intelectuales.
Soy hombre, no por ello soy machista, no por ello trato de dominar a las mujeres, no por ello me creo más inteligente que cualquier mujer.
Imagen Web.

Yo soy de los que creo, que un discurso de género ya debe ser superado, debemos avanzar a un discurso humanista sin discriminación, - no te golpeo no sólo por que seas mujer y yo hombre, no te golpeo por que eres un ser humano.-

Existe además toda una corriente mediática que tiende a satanizar a los hombres, olvidándose que también existen hombres cabeza de familia, padres solteros, incluso hombres maltratados por su pareja.

Tal vez soy un precoz en los asuntos de luchas sociales, tal vez algunos dirán que esto es una columna que trata de disimular una posición machista, pero en realidad mi llamado es a superar estos sectarismo de género, a recapacitar y no permitir que por simple afinidad de género escojamos candidatos sin entender que ser hombre o mujer no te hace mejor ni peor.

Es una invitación a ir más allá, a que los varones y las mujeres librepensadoras avancemos en un camino solidario donde lo que importe sea la equidad, siempre la equidad, y no estoy hablando de fútbol.


Equidad de genero, eso queremos, por que antes de ser cualquier cosa, somos humanos, hombres mujeres hermafroditas, pero ante todo humanos, equidad de genero eso queremos, pero sin que la reivindicación femenina  se transforme en una guerra anti-hombres, porque en el fondo hombres y mujeres nos necesitamos. 











Por: Carlos Gómez S.