El “conducto regular” que supongo es aconsejable usar para dar una crítica asertiva sobre una muestra de arte, es evaluar de la manera más objetiva posible todo los elementos que compone la muestra, es decir no sólo a las obras como tal, sino elementos técnicos como el montaje, espacio y presentación de las mismas, los cuales por supuesto hacen parte de la experiencia que estos eventos pretenden brindar al espectador. Pero más que hablar de lo bien montada y presentada que estuvieron las piezas fotográficas, de su buen tamaño o de lo impecable del recinto de muestras, me parece más jugoso y fructífero referirme a la base, o sea, los fundamentos y el arte de la exposición.
En ese sentido, una de las cosas que más me ha inquietado en lo que me pareció era el manifiesto de este grupo fue la forma tan letal y poco razonable de exclusión del género masculino, entendiendo que la feminidad no es necesariamente algo exclusivo de mujeres, y aun peor, manifestando claramente en dicho escrito su intención de no ser excluyentes, me parece una manera excesivamente dramática querer enfrentarse a costumbres machistas del lenguaje mediante la totalización de los artículos en femenino denotando una clara muestra de feminismo (en el mal sentido del concepto), al mejor estilo de x gobernantes de querer detener la violencia con más violencia.
En ese sentido, una de las cosas que más me ha inquietado en lo que me pareció era el manifiesto de este grupo fue la forma tan letal y poco razonable de exclusión del género masculino, entendiendo que la feminidad no es necesariamente algo exclusivo de mujeres, y aun peor, manifestando claramente en dicho escrito su intención de no ser excluyentes, me parece una manera excesivamente dramática querer enfrentarse a costumbres machistas del lenguaje mediante la totalización de los artículos en femenino denotando una clara muestra de feminismo (en el mal sentido del concepto), al mejor estilo de x gobernantes de querer detener la violencia con más violencia.